sábado, 16 de agosto de 2008

Diálogos para el recuerdo: El Dorado

1966, Western. Dir: Howard Hawks. Guión: Leigh Brackett. Música: Nelson Riddle. Int: John Wayne, Robert Mitchum, James Caan, Christopher George.
Cuando cae en tus manos una cinta como El Dorado para hacer esta sección, lo difícil es decidir cual será el mejor diálogo para el recuerdo. Y es que, en mi opinión, lo complicado es no recordar cualquiera de las geniales conversaciones que aparecen en el film.
Western por excelencia, El Dorado conjuga en su interior todos los ingredientes que debe tener una gran película. Un conflicto dramático inquietante, numerosas dosis de acción, unos personajes profundos con enorme personalidad, leves pinceladas de amor, humor en grandes cantidades y el que parece que es el principal ingrediente de la obra: La amistad. Una amistad muy profunda, entre hombres… y lo que resulta más curioso, escrita por una mujer!! (fascinante guión de la mano de Leigh Brackett)Junto a Rio Barvo y Rio Lobo, este film forma una trilogía. La de la sociedad John Wayne – Howard Hawks en el género del western. Se trata de tres obras que repetirán el mismo argumento y los mismos personajes, que se nos presentarán cada vez de manera distinta, a causa de los nuevos matices que se añaden a la historia.
Antes de ellas, Rio Rojo, película que hizo que el genial John Ford, le diese la enhorabuena a Hawks por haber conseguido, por primera vez en la historia, hacer actuar a John Wayne.
Junto al Duque, en El Dorado, encontraremos un grupo de secundarios de lujo. Encabezados por un magnífico Robert Mitchum, en el papel del sheriff borracho, que en momentos del film nos hace dudar de quien es el protagonista del mismo. A su lado, el viejo Bull, Arthur Hunnicutt, antiguo corneta, vencedor de indios y fiel ayudante de la autoridad. Y para terminar James Caan, el joven e inexperto Mississipi, que tras vengar la muerte de su padrastro, se unirá a este peculiar grupo.Al otro lado, Christopher George interpretando a Nelse MacLeod, el pistolero rival, que nos fascina y atrae desde el primer momento en que aparece en el film, por su sensatez y por la escala de valores que rige su comportamiento. Valores y normas que no están escritos, pero que forman el código de honor que rige la vida de personajes que encontramos en El Dorado.
Si el tiempo lo permitiese, podríamos pasar horas y horas hablando de esta obra maestra. Pero como no es el caso, pasemos a escuchar el diálogo. Me he permitido elegir un texto de Mississippi, personaje por el que siento cierta debilidad. En él, se nos muestran los fragmentos del poema preferido de Johnny Diamond, su maestro y mentor: Ir en busca de El Dorado…

1 comentario:

Jordi Peidro dijo...

Delicios western que per a mi te - a més dels llocs comuns al western - tots els ingredient de les millors sitcoms - molts anys abans de que les sitcoms existiren con a tal -.
I el duel interpretatiu - que sembla més una relació de col·legues - entre Wayne i Mitchum, és inmillorable.