miércoles, 30 de abril de 2008

El Ángel Sombrío

1952, de Mika Waltari.

Magnífica novela con trasfondo histórico. El Ángel Sombrío nos cuenta en forma de diario la historia de Juan Ángelos, conocido también como Jean Ange. Un caballero misterioso que destinará el final de sus días a la imposible tarea de defender la ciudad de Constantinopla frente al inminente ataque de las tropas turcas del Sultán Mohammed II.
Con una apasionada e intensa historia de amor de por medio entre nuestro protagonista y una joven aristocrata griega, Waltari aprovecha para describirnos uno de los sitios más largos en la historia de las batallas militares. Al mismo tiempo, nos contará los problemas que surgieron entre Griegos y Latinos en el momento de la unión de sus iglesias. Junto a todo esto veremos además conspiraciones, batallas, alianzas prohibidas, traiciones y todo tipo de hechos, que harán de esta narración una historia incomparable.
Junto a Ángelos, participarán de la historia personajes tan impresionantes y fascinantes como el Megaduque Lucas Notaras, el Protostator Giustinianni, el filósofo/científico Alemán Grant e incluso el Emperador Griego Constantino.
Y sobretodo, veremos también la crudeza de la guerra y las batallas militares en la Edad Media representada sin tapujos por el Sultan Mohammed II, tan cruel como magnífico en todos y cada uno de sus actos.
Todo este conjunto de hechos se consumará en 1453, fecha histórica que servirá para cerrar la Edad Media y entrar de lleno en un nuevo mundo, el de la Edad Moderna.

Diálogos para el recuerdo: El Golpe

Policiaca, 1973. Dir: George Roy Hill. Guión: David S. Ward. Música: Scott Joplin. Int: Paul Newman, Robert Redford, Robert Shaw.
Hoy estamos ante una obra maestra. Una de esas películas que calificamos de cinco estrellas y que ya ha pasado a la historia del cine. El Golpe es una película que lo tiene todo y sin más, echémosle un vistazo a su contenido.
Para empezar cuenta con un gran director tras las cámaras. George Roy Hill ha dirigido a lo largo de su carrera títulos tan conocidos como El castañazo o El carnaval de las águilas. Y por si esto fuera poco ha sido el único director capaz de unir en dos ocasiones a dos genios de la interpretación de la talla de Paul Newman y Robert Redford. La primera de ellas fue en Dos Hombres y un destino y la segunda en el film que nos ocupa hoy.
El guión, de David S. Ward nos presenta una historia redonda. Una trama que nos narrará la venganza de dos timadores, Henry Gondorf y Johnny Hooker, con el asesino del que fuera su maestro de juventud. Toda la trama irá evolucionando y complicándose con la aparición de nuevos personajes, como el inspector del FBI que persigue a uno de los timadores o una asesina profesional, que va tras ellos.
En el apartado de la interpretación a parte de unir a una de las parejas más famosas del cine con los ya citados Newman y Redford, contamos con un soberbio Robert Shaw en el papel del timado, que en algunos minutos del film consigue realmente dar miedo. Por no hablar de les geniales secundarios que hacen la función de cómplices en el timo, como Harold Gould o John Heffernan.
Todo esto viene acompañado por una banda sonora original de Scott Joplin, inolvidable para todo el público que acompaña el metraje de la cinta de una forma inigualable.
Además, la ambientación es realmente soberbia, recreando el Chicago de los años 30 de una forma aun no igualada en ningún caso en nuestros días.
La película fue galardonada con 7 estatuillas de las 10 nominaciones que obtuvo, además de muchísimos premios más. Se convirtió en la triunfadora de ese año, y no es para menos.
Pero ante todo, me gustaría destacar una figura dentro de todo el film. Y es que me parece que esta es la película indicada para destacar la labor de uno de los mejores actores de la historia del cine. El genial Paul Newman está soberbio en su interpretación de Henry Gondorf. En mi opinión le gana la partida a un excelente Robert Redford que desaparece del film a partir del primer encuentro que tiene con él. Sin su interpretación, posiblemente esta película no se hubiera convertido en lo que es hoy en ningún caso.
Así que sin más os dejamos con Paul Newman interpretando magistralmente a Henry Gondorf en El Golpe.

viernes, 11 de abril de 2008

La noche es nuestra


2007, Cine negro. Dirección y guión: James Gray. Música: Wojciech Kilar. Int: Joaquin Phoenix, Mark Walberg, Eva Mendes, Robert Duvall.


A principios de este mes de abril se ha estrenado La noche es nuestra. Una película del director y guionista James Gray.
Me parece que el film intenta cogerse al carro de las últimas películas que se han centrado en el cine negro a raíz del éxito de Infiltrados. Podríamos destacar cintas como American Gangster o Promesas del Este, obras verdaderamente interesantes, que logran unos resultados excelentes partiendo de unas buenas historias.
Esto es lo que para mí le ha faltado al film de Gray, que no consigue alcanzar la altura de sus predecesoras: Una buena historia. Y es que si en el campo de la dirección, se le pueden echar pocas cosas en cara a este joven realizador, en el de la escritura por el contrario tine mucho que mejorar.
La película empieza con un buen ritmo, una ambientación apropiada y unos personajes que parecen interesantes. Pero según va avanzando el metraje del film, todos estos ingredientes se diluyen progresivamente, para acabar convirtiéndose en una historia ridícula y unos personajes caricaturescos.
Es una pena que un director que se declara fan de Francis Ford Coppola haya sido capaz de sacarle tan poco partido a un actor de la talla de Robert Duvall. El exjefe de policía, padre de los dos hermanos enfrentados, se muestra como un vejete más o menos duro, que ya chochea y que solo es capaz de pronunciar frases ridículas, de la talla de “Si te meas encima, el calor solo te durará unos segundos” o “Si te casas con un mono, no te quejes del olor a plátano”, en los momentos más cruciales del film.
Por la parte de los hermanos, decir que Joaquin Phoenix (que para mi aun no ha dejado de ser nada más que el hermano del fallecido River Phoenix), no resulta creíble para nada en todo el metraje del film. Y menos aun cuando está al lado de Eva Mendes, que quizás sea lo único salvable de la cinta.
Y es que Mark Walberg tampoco está para tirar cohetes. Me parece que le eligen para el papel tras ver su interpretación de poli duro en Infiltrados. Y esto es un riesgo que empieza a correr este actor, ya que su próximo proyecto es la adaptación del videojuego Max Payne, en el que realizará un papel similar. ¿Se estará empezando a encasillar?
En fin, una película sosa y poco real. En definitiva para un público más bien palomiteroque busca entretenimiento sin más, que para el que quiere ver un cine negro de calidad a la altura de las películas citadas.

sábado, 5 de abril de 2008

Diálogos para el recuerdo: El Beso de la Muerte

1947, Cine negro. Dir: Henry Hathaway. Guión: Ben Hetch, Charles Lederer. Música: David Buttolph. Int: Victor Mature, Richard Widmark, Coleen Gray.
Hace aproximadamente una semana nos dejó el genial actor Richard Widmarck. Un intérprete conocido por todos, que cuenta en su filmografía con títulos tan geniales como El Álamo, La conquista del Oeste, Dos cabalgan juntos o ¿Vencedores o vencidos?
Hoy he elegido El beso de la muerte para rendirle homenaje a él y al género de una época. Hablo del cine negro. Ya los títulos de crédito aparecen impresos sobre las páginas de un libro que pone siempre el punto de partida a este tipo de películas. El sueño eterno, El halcón maltés, o incluso más recientemente Adiós muñeca o Muerte entre las flores, títulos que permanecerán en nuestra memoria para siempre y que son claro ejemplo de los niveles de buen cine que se pueden alcanzar con estas historias. Es el caso del film que nos ocupa hoy.
Nick Bianco acabará en prisión tras realizar un robo. Cumplirá condena pero cuando se entera de que su mujer se ha suicidado delatará a sus socios. Así, saldrá libre para poder salvar la vida de sus dos hijas. Él, intentará redimirse, pero su pasado no deja de atormentarle.
Victor Mature es el protagonista de esta historia. Pero lo que más se recuerda del film es la figura de Richard Widmark en el papel de Tommy Udo. Un asesino despreciable, capaz de acabar con la vida de una anciana inválida lanzándola en su silla escaleras abajo. Esta escena encasillaría al actor en terribles papeles al principio de su carrera, pero poco a poco sabría salir de estos para acabar realizando obras inolvidables como las citadas al inicio.
La mano del genial Henry Hattaway se deja ver a lo largo del film. El director de películas como Niagara, A 23 pasos de Baker Street, o Valor de ley, nos deja con este film su aportación al género negro que sin duda pasó a la historia.
En 1995 Barbet Schroeder realizó su propia versión de esta historia, interpretada por David Carusso, Samuel L. Jackson y Nicholas Cage. Éste intentó en el film emular al propio Widmark, pero todo quedó en un simple intento. Y es que ese papel en el clásico de Hattaway ha pasado ya a la historia del séptimo arte.