viernes, 7 de noviembre de 2008
Diálogos para el recuerdo: DUNE
Tras varios proyectos fallidos, entre ellos, el de Alejandro Jodorovsky, en 1984 verá la luz, a través de los ojos de David Lynch, una de las adaptaciones cinematográficas más esperadas de la novela de ciencia ficción: DUNE.
La novela que encumbró como escritor de ciencia ficción a Frank Herbert, nos narra la historia de Paul Atreides, el heredero del ducado de Caladan, que será testigo de una conspiración contra su padre, el duque Leto, de la mano del Barón Harkonen y del mismísimo Shadam IV, Emperador del Universo conocido.
No os dejeis llevar por las apariencias, no estamos ante una simple space ópera. En Dune se conjugan intrigas palaciegas, conspiraciones políticas, traición, integrismo religioso, grandes batallas y amor apasionado, todo dentro del marco de Arraquis, el planeta desierto.
Guerras de poder a poder con la intención de conseguir dominar la especia, sustancia tan preciada como escasa, ya que solo se produce en este planeta, que le dará las riendas del universo a aquel que consiga poseerla. En el trasfondo un pueblo: los Fremen, esperando la llegada de un Mesías que los liberará de su opresión y los encaminará hacia la libertad.
Tras haber sorprendido a Hollywood con El hombre elefante, que obtuvo 8 nominaciones de la academia, y rechazar la dirección de El retorno del Jedi, Lynch se pondrá tras las cámaras ante este ambicioso proyecto, que le costaría muy caro a la productora de Dino DeLaurentiis. Ya que fue un sonadísimo fracaso de taquilla, que daría al traste con los estudios.
Con el tiempo, el film adquirió su merecido prestigio y se lo empieza a ver como una película de culto. Y no merece menos, dada la profundidad de la historia que narra y la genialidad con que está trasladada a la pantalla. El error, quizás fue el de querer introducir todo el libro en un solo film, dado que el material que hallaremos en su interior es extremadamente abundante.En la nómina de actores que hay en el reparto encontramos nombres como el de Kyle MacLachlan, Sting, José Ferrer, Max Von Sydow, Jürgen Prochnow, Patric Steewart o Francesca Annis. Nombres con gran carrera en su haber que supieron trasladar la esencia de esta obra al celuloide. Y todo ello con el sello particular de Lynch. Su creación de ambientes y vestuario, su oscuridad característica, la crudeza de sus imágenes, nos conducen a la conclusión de que no hubiéramos podido encontrar un director más adecuado para trasladar a la pantalla esta genial novela.
La escena que escucharemos es la que nos muestra como el joven Paul se somete a la prueba de la Reverenda Madre Gauis Helen Mohiam, cabeza visible de las Bene Gesserit e instructora de Dama Jessica, la madre de Paul.
domingo, 2 de noviembre de 2008
Quemar después de leer
El regreso de los Coen a la gran pantalla después de la oscarizada No es país para viejos no se ha hecho esperar demasiado. Tan solo 9 meses después de que obtuvieran las 4 estatuillas por la cinta que ha convertido a Javier Bardem en el actor español más premiado de todos los tiempos, estos genios de Minnesota regresan a la dirección con un producto que, de antemano, parecía más interesante de lo que ha resultado ser finalmente.
Con un reparto espectacular, con nombres tan famosos como el de George Clooney, Brad Pitt, John Malkovich o Frances MacDormand, los Coen nos cuentan una historia de espionaje de la CIA, protagonizada por lo que podríamos considerar unos personajes totalmente cotidianos dentro de la sociedad americana. En el film se combinan de igual forma, apariciones del cuartel general de los servicios secretos estadounidenses, con escenas de la vida diaria, totalmente habituales.
En el elenco de ‘freaks’, que nos presentan los Coen esta vez, hallamos desde el agente expulsado del cuerpo, incapaz de aceptar su situación y totalmente resentido con la organización, hasta un atontado monitor de gimnasio, totalmente centrado en el culto a su cuerpo, pasando por una mujer fracasasa y obsesionada con la cirugía estética, e incluso un policía fanfarrón y mujeriego, que se morirá de miedo cuando realmente llegue el momento de actuar.
Ahora bien, la película se queda a mitad camino de todo. En primer lugar, tenemos una historia ridícula de personajes realmente patéticos, pero que no son tan difíciles de encontrar en el día a día de nuestra sociedad. Así que no llegan a ser tan divertidos como los realmente desmadrados y trastornados integrantes del cast de otras cintas de los Coen, como es el caso de Arizona baby o El gran Lebowsky. Por otra parte, la cinta tiene momentos de tensión, que llegan a ser interesantes (SPOILER no lograré olvidar fácilmente la muerte de Brad Pitt. Fin de SPOILER), pero dado que sus personajes y el eje central de la historia son tan patéticos, no llegan a transmitirnos dicha tensión. Ahora bien, hay que admitir que la cinta arremete con todo y contra todo, por un lado el espionaje, el chantaje, la CIA, la KGB, y por otro el adulterio, el culto al cuerpo, el egoísmo, y la soledad, temas que abundan en las vidas del género humano hoy en día. Y algo que también es muy de agradecer, ha sido el temprano regreso de los Coen tras las cámaras. A diferencia de otros directores, que tras ganar el oscar dejan de hacer cine, o tardan muchísimo tiempo en volver a dirigir, estos fenómenos cierran un proyecto realmente terrorífico, para retomar el género de la comedia que tantas satisfacciones y éxitos les ha proporcionado a lo largo de su carera.
¡Bien por los Coen! Ya estoy esperando a ver que es lo próximo que nos tienen preparado…