Gracias Ismael.
En esta obra, el argentino Jorge Bucay nos cuenta, al más puro estilo de Las mil y una noches o El Conde Lucanor, una serie de relatos que nos ayudarán a crecer como persona para nosotros mismos y para los demás. En este caso concreto, el papel del Sultán o del Conde cae en manos de Demián, un joven e inocente estudiante universitario, que acude a terapia en busca de la solución a los numerosos problemas que le acechan en su vida. Allí encontrará a su Sherezade o a su Patronio particular, en Jorge el Gordo, su terapeuta, que siempre hallará un ejemplo adecuado para solucionar el conflicto que trae de cabeza en ese momento al Demián. Su relación paterno-filial irá creciendo a lo largo del libro y a medida que aumenta el número de cuentos, llegando a sentirse realmente unidos y a profundizar una importante amistad.
Ahora bien, esto es solo una escusa. Una escusa que se inventa el autor para transmitirnos un buen puñado de relatos aplicables a una infinidad de situaciones, que nos ayudarán a crecer como seres humanos y a hacernos mejores personas.
En mi opinión, consigue su objetivo. Es más, ahora que he terminado su lectura, lo tendré siempre a mano para poder echarle algún vistazo en momentos de tristeza o soledad.
Ahora bien, esto es solo una escusa. Una escusa que se inventa el autor para transmitirnos un buen puñado de relatos aplicables a una infinidad de situaciones, que nos ayudarán a crecer como seres humanos y a hacernos mejores personas.
En mi opinión, consigue su objetivo. Es más, ahora que he terminado su lectura, lo tendré siempre a mano para poder echarle algún vistazo en momentos de tristeza o soledad.
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