1998, Comedia. Dir: Joel y Ethan Coen. Guión: Joel y Ethan Coen. Música: Carter Burwell. Int: Jeff Bridges, John Goodman, Steve Buscemi, Julianne Moore y John Turturro.
Esta historia centrada en la época de los noventa nos muestra la forma más divertida de hacer cine, de los hermanos Coen.
Tras Sangre fácil o Muerte entre las flores, los creadores se enfrentan a esta interesantísima historia en clave de humor. Además en ella cuentan con una galeria de geniales actores encabezada por Jeff Bridges, en la que se encuentra a John Goodman, a Julianne Moore, Steve Buscemi, Joe Polito e incluso a Flea, el miembro más carismático de los Red Hot Chilli Peppers.
Con un embrollo policiaco de fondo, dicen que inspirado en El sueño eterno de Rymond Chandler, y a ritmo de la Creedence Clearwater Revival, los geniales directores aprovechan para presentarnos a “el Nota”, Jeffrey Lebowski, un vividor que solo se preocupa de hacer el vago, fumar hierba y jugar a los bolos. Y que según se dice al principio del film, en los 90 y en los ángeles se encuentra en su momento. Junto a él, encontraremos la más amplia gama de freaks que se han podido unir en una película. Walter, el veterano de Vietnam, capaz de sacar una pistola en la bolera por el incumplimiento de una norma y que saca todas las cosas de quicio. Donnie, su compañero del equipo de bolos, ausente durante todo el film en el que solo aporta su juego. El gran Lebowski, un millonario paralítico que resultará ser un farsante incapaz de acabar el mes con su asignación monetaria. Maude, la hija de Lebowski, pareja del nota y artista conceptual feminista. Además, Nihilistas, Secuestradores, Actores, Actrices y Directores Porno, Detectives Privados, Matones, Niños que roban coches y gastan dinero en deportivos y el protagonista de nuestro diálogo de hoy: Jesus Quintana. Un ex pederasta metido a jugador de bolos que muestra toda su fanfarronería en un solo minuto del film. Un personaje tan genial como breve que hizo que John Turturro, viviera el momento de gloria más grande en su carrera cinematográfica. Sin más os dejamos con él para en seguida volver y seguir hablando de los Coen y de El gran Lebowski.
Tras Sangre fácil o Muerte entre las flores, los creadores se enfrentan a esta interesantísima historia en clave de humor. Además en ella cuentan con una galeria de geniales actores encabezada por Jeff Bridges, en la que se encuentra a John Goodman, a Julianne Moore, Steve Buscemi, Joe Polito e incluso a Flea, el miembro más carismático de los Red Hot Chilli Peppers.
Con un embrollo policiaco de fondo, dicen que inspirado en El sueño eterno de Rymond Chandler, y a ritmo de la Creedence Clearwater Revival, los geniales directores aprovechan para presentarnos a “el Nota”, Jeffrey Lebowski, un vividor que solo se preocupa de hacer el vago, fumar hierba y jugar a los bolos. Y que según se dice al principio del film, en los 90 y en los ángeles se encuentra en su momento. Junto a él, encontraremos la más amplia gama de freaks que se han podido unir en una película. Walter, el veterano de Vietnam, capaz de sacar una pistola en la bolera por el incumplimiento de una norma y que saca todas las cosas de quicio. Donnie, su compañero del equipo de bolos, ausente durante todo el film en el que solo aporta su juego. El gran Lebowski, un millonario paralítico que resultará ser un farsante incapaz de acabar el mes con su asignación monetaria. Maude, la hija de Lebowski, pareja del nota y artista conceptual feminista. Además, Nihilistas, Secuestradores, Actores, Actrices y Directores Porno, Detectives Privados, Matones, Niños que roban coches y gastan dinero en deportivos y el protagonista de nuestro diálogo de hoy: Jesus Quintana. Un ex pederasta metido a jugador de bolos que muestra toda su fanfarronería en un solo minuto del film. Un personaje tan genial como breve que hizo que John Turturro, viviera el momento de gloria más grande en su carrera cinematográfica. Sin más os dejamos con él para en seguida volver y seguir hablando de los Coen y de El gran Lebowski.
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